La compleja situación del entorno socio-económico actual ha creado una situación de poca estabilidad laboral, propiciando que el estudiante al terminar el ciclo formativo se encuentre ante una situación de búsqueda activa de empleo en la que debe desarrollar al máximo todas sus capacidades personales y profesionales en atención a conseguir un empleo acorde con sus expectativas.
Como el camino no es fácil, y se debe realizar andando, deberemos conocer que competencias profesionales y habilidades sociales son demandas por las empresas para representar un potencial candidato. A continuación, se indican las áreas de conocimiento y habilidades interpersonales que el estudiante debe desarrollar en atención a conseguir un alto grado de empleabilidad ante la demanda actual y la falta de oportunidades que se pueda encontrar.
1.- Formación superior. Una sólida y adecuada formación es uno de los aspectos más importante a tener presente a la hora de buscar empleo, puesto que las demandas actuales de las empresas así lo requieren. La formación nunca será excesiva, y deberemos entender el proceso de aprendizaje en constante evolución para estar a la altura de lo que el siglo XXI nos exige como ciudadanos integrados en el mundo laboral. Estudia bien y extensamente todo aquello con tu especialidad. Complementa tus estudios con cursos, seminarios, ponencias, redundará en tú beneficio.
2.- Idiomas. Conocer idiomas se ha convertido casi en una obligación si queremos ser potenciales candidatos para las empresas de nuestro interés. Es lógico pensar que cuantos más domines, mayores serán tus posibilidades. El Inglés, Francés y Alemán son los más demandados actualmente por las empresas del tejido productivo y de servicios en España.
3.- Experiencia profesional. Es un factor que también se ha convertido en imprescindible. Si no tienes experiencia previa aprovecha las oportunidades de realizar prácticas formativas en empresas. Participa activamente en las actividades y proyectos de la empresa en la que estés destinado a realizar las prácticas. Tú actitud te ayudará a demostrar la valía profesional y a desarrollarte dentro de su organización.
4.- Uso de las TICs. En la era de la información es imprescindible un elevado grado de conocimientos sobre el uso de la informática e internet. Existen numerosas y poderosas herramientas, como son los foros profesionales, blogs, microblogs, youtube, webs, etc. que te ayudarán a tener visibilidad y a la búsqueda activa de empleo. Crea tu propia marca personal y seguro que obtendrás beneficios a medio plazo.
Como el camino no es fácil, y se debe realizar andando, deberemos conocer que competencias profesionales y habilidades sociales son demandas por las empresas para representar un potencial candidato. A continuación, se indican las áreas de conocimiento y habilidades interpersonales que el estudiante debe desarrollar en atención a conseguir un alto grado de empleabilidad ante la demanda actual y la falta de oportunidades que se pueda encontrar.
1.- Formación superior. Una sólida y adecuada formación es uno de los aspectos más importante a tener presente a la hora de buscar empleo, puesto que las demandas actuales de las empresas así lo requieren. La formación nunca será excesiva, y deberemos entender el proceso de aprendizaje en constante evolución para estar a la altura de lo que el siglo XXI nos exige como ciudadanos integrados en el mundo laboral. Estudia bien y extensamente todo aquello con tu especialidad. Complementa tus estudios con cursos, seminarios, ponencias, redundará en tú beneficio.
2.- Idiomas. Conocer idiomas se ha convertido casi en una obligación si queremos ser potenciales candidatos para las empresas de nuestro interés. Es lógico pensar que cuantos más domines, mayores serán tus posibilidades. El Inglés, Francés y Alemán son los más demandados actualmente por las empresas del tejido productivo y de servicios en España.
3.- Experiencia profesional. Es un factor que también se ha convertido en imprescindible. Si no tienes experiencia previa aprovecha las oportunidades de realizar prácticas formativas en empresas. Participa activamente en las actividades y proyectos de la empresa en la que estés destinado a realizar las prácticas. Tú actitud te ayudará a demostrar la valía profesional y a desarrollarte dentro de su organización.
4.- Uso de las TICs. En la era de la información es imprescindible un elevado grado de conocimientos sobre el uso de la informática e internet. Existen numerosas y poderosas herramientas, como son los foros profesionales, blogs, microblogs, youtube, webs, etc. que te ayudarán a tener visibilidad y a la búsqueda activa de empleo. Crea tu propia marca personal y seguro que obtendrás beneficios a medio plazo.
5.- Adaptación. Es fundamental ser capaz de desenvolverte en cualquier lugar y entre cualquier grupo de personas, ambiente o cultura de trabajo. Las empresas buscan candidatos que se enfrenten con naturalidad al cambio y que desarrollen flexibilidad en su actitud laboral.
6.- Liderazgo. Ser líder implica dirigir personas, es saber hacer, que las personas consigan los resultados a nivel individual y grupal. Conlleva una implicación personal, es decir, deberemos mantener las actitudes y comportamientos que demuestren el compromiso hacia el objetivo propuesto. Usaremos un estilo asertivo y nos mantendremos en una actitud proactiva hacia los problemas y su resolución.
7.- Trabajo en equipo. Trabajar con otros implica vincular el éxito individual al éxito con los demás. Se trata de sumar las aportaciones de cada individuo en la empresa, en la escuela, etc. para ofrecer un resultado superior a la suma de las aportaciones individuales. Si queremos ser buenos profesionales, deberemos tener la capacidad para establecer vínculos de confianza y colaboración mutua entre nuestros compañeros, de ello depende en muchas ocasiones el éxito de las organizaciones.
8.- Gestión del cambio. La gestión del cambio supone adaptación, orientación hacia el cambio. Deberemos ser capaces de ser flexibles ante entornos cambiantes. Además tendremos que ser el motor de la introducción de novedades tecnológicas, organizativas, de gestión, etc., con plena predisposición a la innovación y a la mejora.
9.- Creatividad. Es una habilidad que implica el desarrollo de la habilidad anterior, es decir, innovación y cambio. Deberemos estar despiertos y atentos para poder modificar una situación introduciendo elementos novedosos a los contemplados por el sistema. La creatividad parte del desarrollo del pensamiento inductivo, que es la capacidad de realizar un análisis a partir de los datos para llegar a los principios de algo.
10.- Cultura empresarial. Ante la coyuntura económica actual, las empresas valoran muy positivamente esta competencia. Dentro de esta habilidad se incluye la capacidad de impulsar iniciativas para crear y enriquecer las empresas con autonomía propia. La capacidad para detectar oportunidades a explotar, o por ejemplo, tener la capacidad de identificar las personas y los recursos para el desarrollo de la empresa.
11.- Identificación y resolución de problemas. Implica tener capacidad de análisis, es decir, saber distinguir y separar los datos ante una situación compleja para tener un conocimiento claro del problema. Además deberemos ser capaces de plantear de forma ordenada y cuantificada el conjunto de factores que afecta a una situación concreta. La resolución pasa por tener iniciativa y liderazgo tomando las decisiones adecuadas con responsabilidad en cada momento.
6.- Liderazgo. Ser líder implica dirigir personas, es saber hacer, que las personas consigan los resultados a nivel individual y grupal. Conlleva una implicación personal, es decir, deberemos mantener las actitudes y comportamientos que demuestren el compromiso hacia el objetivo propuesto. Usaremos un estilo asertivo y nos mantendremos en una actitud proactiva hacia los problemas y su resolución.
11.- Identificación y resolución de problemas. Implica tener capacidad de análisis, es decir, saber distinguir y separar los datos ante una situación compleja para tener un conocimiento claro del problema. Además deberemos ser capaces de plantear de forma ordenada y cuantificada el conjunto de factores que afecta a una situación concreta. La resolución pasa por tener iniciativa y liderazgo tomando las decisiones adecuadas con responsabilidad en cada momento.